Este fin de semana se ha estrenado en EEUU la película de
ciencia ficción “Looper”, una coproducción entre EEUU y China que ha ocupado
los primeros puestos de las más vistas en ambos países. Este tipo de
producciones empiezan a ser cada vez más comunes, y es que si quieres estrenar tu
película en China, tendrá que ser una de las 34 afortunadas producciones
extranjeras que se estrenan cada año en el país, o una coproducción.
En el país asiático hay una fuerte política de protección a
la cultura local, y no se permite el estreno de más de 34 largometrajes
extranjeros en las salas del país por año. Esta medida limita mucho al mercado
de Hollywood, ansioso por morder el trozo de pastel del mercado cinematográfico
chino. Recordemos que en China viven más de 1300 millones de personas, y el
país está viviendo una creciente industrialización y aumento de la clase media,
por lo que el cine es un negocio que también está en auge, a diferencia de en
Occidente.
Realizar una coproducción con una productora china, como DMG
responsable de “Looper”, supone tener “carta blanca” para estrenar en el país,
aunque la censura china siempre va a estar presente y tendrá la última palabra
de lo que se estrena. La mitad de las salas de cine del país son propiedad de
la estatal China Film Group, controlada totalmente por el gobierno.
Recientemente se han revisado las limitaciones en las cuotas
y márgenes de beneficio que China accedía a prestar en los estrenos
extranjeros, abriendo poco a poco el mercado. Ahora el beneficio porcentual que
ingresa la productora extranjera sobre el precio total de la entrada pasa del
13% al 25%, y el número total de películas permitidas ha subido de 20 a 34.
Hollywood ha encontrado una vía de entrada al mercado chino
mediante estas coproducciones, lo que le ha permitido aumentar el número de
estrenos en el país. En los últimos años se han estrenado varios blockbusters
coproducidos entre estos dos países, aunque todos ellos llevan el distintivo sello
de Hollywood, como “The Karate Kid” o “La Momia 3”.
Así que preparaos para una “orientalización” de muchos
blockbusters hollywoodienses, porque el mercado chino no ha hecho más que
enseñarnos la patita.
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